Poema o poesía, es lo que he pretendido expresar en las siguientes líneas. Reconozco que lo he pensado dos veces el compartirlo o no, en el blog, con todos ustedes. Y por qué no, me dije, cierto es que nada tiene que ver con la temática expuesto en él, pero bueno, ¿no es otra forma que tiene el alma de sentir lo que siente compartiendo sentimientos en forma de palabras?
Con motivo a un proyecto humanitario, al cual he sido invitado, lo escribí hace unos días. Consciente de que la poesía no es lo mío, al menos, mi intención ha sido, solo, el de aportar, a la causa, mi pequeño granito de arena.
Ahí va eso...
Esfera Turquesa
¡Oh, extraña esfera
turquesa!
La leyenda cuenta que
eres bella y dulce a la vez,
y todo el mundo dice
que eres difícil encontrar.
¡Oh, extraña esfera
turquesa!
La leyenda cuenta que
eres dura en tu interior y aterciopelada tu piel,
mas todo el mundo
decía lo difícil que eras encontrar.
Y sin embargo, al fin
verte, tan solo me ha llevado una eternidad.
¡Oh, extraña esfera
turquesa!
¿Por qué te haces tan
difícil buscar?
Si todas las almas te desean
experimentar.
¡Oh, extraña esfera
turquesa!
Aquí estoy, temblando,
mientras presencio tu hermosura,
esperando mi preciso momento,
a que haya un nuevo
cuerpo preparado para la aventura.
¡Oh, extraña esfera
turquesa!
¡Ya me encuentro
dentro de ti!,
y a punto de ver tu
luz estoy.
¡Oh, extraña esfera
turquesa!
¿Por qué mis ojos
sienten tanto dolor al ver la vida de mis hermanos?
¡Pues todos como yo
deseaban vivir en tu halo!
¡Oh, extraña esfera
turquesa!
Que confuso y loco
mundo éste.
Algunos mucho tienen e
infeliz sienten su alma;
otros nada poseen y
placidez rebosan sus miradas.
Mas, sin embargo, un
grotesco y ridículo proceder mis ojos ven,
pues, ante pobres y
miserables desgraciados,
muchas son las ostentosas
miradas que no quieren ver.
¡Oh, extraña esfera
turquesa!
Que singular y al tiempo absurda es
la vida que acoges en tus entrañas,
toda una eternidad para encontrarte,
para al fin saber que quizás me
equivoqué al buscarte,
pues ahora mi alma no siente alivio,
sino deseo de abandonarte.
¡Oh, extraña esfera
turquesa!
Quizás no esté preparado para vivir
en este mundo.
O quizás ya lo haya estado,
y mis recuerdos no me lo contaron.
¡Oh, extraña esfera
turquesa!
Y ahora aquí, sin aliento, me
encuentro clavado de pies y mano,
y en una estaca me siento sangrar y
crucificado,
por el solo y simple hecho de
predicar AMOR entre hermanos.
¡Oh, extraña esfera
turquesa!
Quizás regrese para
terminar mi trabajo,
o quizás no y lo deje
en tus manos.
¡Oh, extraña esfera
turquesa!